Terminado el periodo navideño, ha llegado la hora de volver a la rutina, a los madrugones de los peques, a correr por las mañanas para no llegar tarde, a correr por las tardes para recogerlos del cole, al trabajo, a la vida normal en definitiva.

Las Navidades no han dado tanto de sí como pensé en un principio y ni un post he podido escribir, aunque tengo varios en la despensa… Entre enfermedades de los peques y compromisos familiares ni a los amigos hemos dedicado demasiado tiempo. Eso sí, con mi chico he tenido algún ratito, que ha sido nuestro aniversario.

Entre los propósitos de este año nuevo por estrenar están el de cuidar un poco más este blog por ahora secreto y darle un poco de publicidad (me da vergüenza decirle a nadie conocido que lo hago, no me arranco), hacer más cosas creativas con los peques y dedicar más tiempo a los amigos. Ahhhh y volver a viajar que tenemos abandonado nuestro hobbie preferido.

Los Reyes se han portado bien con nosotros y otra vez tengo la casa llena de trastos.  Mira que me empeño en guardar y reciclar juguetes pero el salón siempre parece una juguetería. Playmobil ha hecho el agosto en nuestra casa y preparamos desayunos estupendos con nuestra nueva cocinita de madera y la Nespresso que el Amigo Invisible de mi santo le regaló en Nochebuena, (esta de las buenas no de juguete) jooooo como me gusta el Ristretto.

También intentaré empezar una cadena como ésta que mi amiga Cristina ha compartido en su perfil de Facebook:

Mil besos, mil sonrisas

Ana