La segunda parte de nuestro viaje de Semana Santa empezó tras un día en el Lejano Oeste dirigiendonos a nuestro alojamiento en el pueblo de Tabernas.

Encontrarlo me costó un poco, cuando te metes en la red e intentas encontrar alojamiento por esta zona te manda a los hoteles de playa, a la costa, de hecho el  Oasys Parque Temático pertenece a la cadena de Hoteles Playa Senator, pero yo quería tener un alojamiento más cerca (Mojacar como a una hora, San José y Cabo de Gata a una y cuarto o así). Cuando viajas con niños los imprevistos son parte de la diversión y en caso de que un peque se pusiera malo, se embadurnara de forma que necesitara un baño o simplemente necesitara descansa yo quería estar cerca de nuestro hotel.

Antes de buscar daba por hecho que habría mucha casa rural por la zona pero parece que no es así o no se publicitan muy bien.

Al final encontré uno y el hallazgo fue todo un acierto.

Casa Rural Jardín del Desierto

El pueblo de Tabernas está a cinco minutos escasos del parque y aunque la casa está señalizada en varias partes del pueblo y llevabamos GPS, dimos unas cuantas vueltas por el pueblo; calles minúsculas, con giros imposibles en ángulo recto. Lástima que no hice ninguna foto de los sitios por los que tuvimos que meter el coche. Pero conseguimos llegar y nos encontramos con una casa en dos plantas con habitaciones con nombre de flor. Sus dueños la describen muy bien en está página. La nuestra fue la habitación Clavel, la más grande de la casa que puede albergar hasta cinco personas preparada con una cama de matrimonio y dos camas de cuerpo (aquí les llamamos así, camas de 80 cm).

Casa Jardín del Desierto

La casa es bonita por demás, decorada muy funcional y sin pretender ser recargada , con pequeños detalles como estas mariposas en la pared de mi habitación que me encantaron.

Mariposas por mi habitación

Su precio por noche es de 59 euros la habitación doble con desayuno incluido, si vas con niños cada uno paga 20 euros si es mayor de tres años y los menores no pagan.

El personal es discreto y te deja a tu aire, si quieres y les avisas con dos horas de antelación te hacen la cena, en nuestro caso nos la ofrecieron sin esa antelación pero preferimos salir y cenar de tapitas por el pueblo. Cenamos bien y barato.

El desayuno no tenía nada que envidiar a los de buffet de hoteles de varias estrellas: Embutido variado, tostadas, cereales, bollería, fruta, infusiones, café, zumos… y todo muy rico. Un lujazo.

Descansamos y repusimos fuerzas de maravilla, eso si, quien vaya coincidiendo con Domingo de Resurrección que sepa que los tabernenses se ponen muy contentos con la Resurrección de Jesús y desde las 8 de la mañana lo están celebrando con tracas y cohetes y a eso de las 10 empieza una verbena con música muy muy alta.

Para ser un pueblo pequeño tiene unos columpios y zona de parques muy curradas. Lo cierto es cuando sales de Murcia descubres que existen toboganes y muelles con más gracia y arte que los nuestros. Qué le vamos a hacer.

Nosotros elegimos este barco

Por ponerles una pega: el suelo es de cemento y nosotros estamos acostumbrados a que sean de goma y así las inevitables caidas tienen menos consecuencias.

Nuestro último destino fue Garrucha, la playita: juegos en la arena, más parques, gambitas y pescaito frito. Un buen fin de fiesta.

Nuestro día en Garrucha

Este fin de semana resultó ser un buen plan con los peques. A ver si ideamos más de estos.

Mil besos, mil sonrisas

Ana