Yo mamá: mis lactancias

Este fin de semana se han celebrado en Murcia varias actividades entorno a la Semana Mundial de la Lactancia Materna organizadas por la Asociación LACTANDO.

Cartel de Lactando Semana 2012

Cartel de la Semana Mundial de la Lactancia en Murcia

Esta celebración me ha recordado que llevaba tiempo pensando en escribir sobre mis lactancias.

Desde el primer momento tuve claro que mi opción era la lactancia materna y la ignorancia del primerizo me hizo no dudar ni un segundo que lo conseguiría. Era algo natural, que tenía que venir dado, las que decían que no habían podido… simplemente, falta de ganas… Todo esto pasaba por mi mente antes de tener entre mis brazos un mengajo con cara de gnomo con mirada superpenetrante que me retaba a conseguirlo.

Salí del paritorio con él en mi regazo y enseñando la teta a media Clínica en el camino a mi habitación y el peque no mostró ningún interés por ella.

Me sabía toda la teoría, había leído hasta lo que aún estaba en la mente de los escritores sobre el tema y había llegado el momento de ponerlo en práctica.

Mi bombón rosa, tras inspeccionar a todo el que pasaba por la habitación a conocerlo, decidió que ya era el momento de probar suerte y en los primeros diez minutos se enganchó del pecho izquierdo y me creo grietas en el derecho. Resulta que no iba a ser tan fácil.

Yo muy concienciada del tema hice de tripas corazón y muerta de dolor seguía ofreciéndole el pecho dañado: si es lo mejor para él aun en un lecho de dolor yo al pie del cañón… Tengo una amiga que me dijo: «aunque tengas que darle el pecho mordiendo un trapo, tu le das…»

Pasadas las horas y viendo que mi nuevo «miniyo» seguía enganchado y causando estragos, mi santo y yo echamos a todas las visitas y llamamos al nido para pedir consejo: mala cosa. Si le hubiera hecho caso le hubiera enchufado un biberón a la primera de cambio. Al día siguiente probamos suerte con otro enfermero y para mi sorpresa me sentí más entendida y atendida por este chico que por sus compañeras féminas, me cambió al peque de postura, me colocó a mi y me alentó a seguir intentándolo. Yo resistía, me dieron cremas que olían fatal para las grietas y que me negué a ponerme por miedo a intoxicar al peque. Hasta que otra amiga, que pasó por algo parecido, me recomendó una crema de lanolina, sin sabor, completamente natural y que me ayudó a superar los primeros días; al quinto ya tenía leche y dejábamos atrás los calostros.

Creo que estoy libre de sospechas de hacer publicidad en mi blog (debo tener la friolera de cinco lectores fijos) así que no me corto en decir que la crema es Purelan de Medela: Mi salvación

Mi campeón mamaba cada hora y media y en dos semanas yo era como la imagen de abajo, no necesitaba ninguna ayuda para parecer una fuente de leche y así hasta que con 11 meses, yo incorporada a trabajar y con la mayoría de alimentos introducidos, él decidió que ya estaba bien de teta.

Foto de una escultura lactando

Muy gráfica ¿no? Prometo que me pasaba lo mismo como se le pasara cinco minutos la hora de engancharse, tengo testigos

Su hermana no esperó ni a salir del paritorio para dar buena cuenta de su primer banquete, ni calostro ni na’ directamente salía leche y aun con alguna minigrieta que nos asustó por regurgitar ella con sangre, no tuvimos mayores problemas ni que agotar la producción de protectores de pecho como con su hermano. Tuvimos una lactancia normal y cómoda con una frecuencia de tres o cuatro horas y descansos nocturnos de 6,(todo un lujo comparado con mi primogénito), hasta que a una edad parecida a la de su hermano se desenganchó sola.

Yo recurrí en mitad de mi lactancia de Momo a Lactando Murcia, la asociación que encabeza esta entrada, por una congestión mamaria que en urgencias me diagnosticaron como  una infección de orina. Fiebre, teta roja, dura como una piedra y me mandan antibiótico para una infección de orina… creo que no hacen falta más comentarios. En mi caso, el correo electrónico que les escribí lo atendió Malena y me dio un par de consejos que me ayudaron a descongestionarme y a continuar con mi lactancia.

Estas asociaciones son una ayuda muy grande  Con sus grupos de apoyo, las actividades que organizan, consiguen orientar, ayudar y consolar a madres que no se sienten apoyadas por su entorno, por sus médicos o que simplemente no tienen nadie cerca que pueda ayudarlas. A veces son acusadas de fundamentalismo por incentivar a toda costa la lactancia materna. En Murcia no se si lo ha habido pero la Junta Directiva actual no sigue esa línea ni mucho menos. Con la celebración de la Semana de la Lactancia han convocado un montón de actividades super interesantes: conferencias sobre educación, proyecciones de cine, talleres… El programa se puede consultar aquí, yo la charla sobre educar sin castigos no me la pierdo.

En resumen, fui mami lactante pero tengo que asegurar que lo fui en exclusiva porque ninguno de mis peques lloró nunca por hambre. Creo que hubiera sido incapaz de aguantar llantos después de dar el pecho o que lo rechazaran: habría recurrido a la leche de fórmula en ese caso, lo aseguro.

Mis dos lactancias me enseñaron que lo mejor para el bebé es una MADRE SANA y CONTENTA y que si dar el pecho se convierte en un problema para la madre el peque lo sufre aunque su leche sea lo mejor del mundo. Esto me lo repetía sin parar mi matrona de preparación al parto, mi querida Encarna, pero lo pude comprobar por mi misma, que es la única forma de aprender que tenemos los cabezotas, cuando dejé de temblar por si lo hacía bien o mal, cuando deje de intentar calcular cuanto comía en cada toma y de mirar el reloj.

Echo mucho de menos a mis dos peques piel con piel enganchados a mi teta, esos ratitos no tienen precio pero no creo que una mujer sea menos madre que otra por no hacerlo, no hay que permitir que nadie se meta en una decisión tan personal, es cierto que está comprobado que la leche materna es más completa pero las leches de fórmula la imitan muy dignamente (tengo un  par de amigas que me van a tirar de las orejas por escribir esto aggg).

Mil besos, mil sonrisas

Ana

0 pensamientos en “Yo mamá: mis lactancias

  1. Me gusta lo que pones, no creo que haya que tirarte de las orejas. Cada mamá en su situación concreta, con sus recursos y la información que tiene en ese momento, toma la decisión que considera mejor. La misión de los grupos de apoyo es que ninguna mamá que desea amamantar deje de hacerlo a su pesar por falta de información, falta de apoyo o falta de recursos. El acompañamiento y el respeto es la mejor herramienta que tenemos. Besos

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