El «padrino consorte» nos cumplió 50 añitos a principio de mes y la «supermadrina» le preparó una fiesta de cumple la mar de chula y yo a su vera par ayudar en lo que pudiera. Tras dar muchas vueltas, más de las que nos hubiera gustado, teníamos fecha y lugar de celebración.

Tengo que reconocer que me cautivaron con la elección de local donde hacerlo: la terraza del Museo Arqueológico de Murcia. Este edificio forma parte de mi infancia y de la mayoría de murcianos de mi edad, era donde estaba ubicada la biblioteca regional, por lo tanto la biblioteca infantil y juvenil. Además está en el Paseo Alfonso X justo enfrente de mi primer colegio.

Foto extraída de ForoXerbar

Nos propusimos preparar algo de decoración y por la parte que me toca, que estoy acostumbrada a selvas, bosques, castillos y demás, organizar una fiesta para chico me pareció como poco dificilísimo… No pegaban colorines, whasi tapes ni blondas…

Al final, nos dedicidimos por algo sencillo contando con que el sitio ya es bonito de por si: terracita en el centro de Murcia rodeada de plantas, mesas de madera y forja negra de la reja. La cafetería aportaba mantelería negra, flores y velas.

Por nuestra parte: pompones de papel de seda negros y blancos, globos de colores, confeti de colores, dos números enormes de globo todo tematizado con muchos cincuentas por todas partes.

Además, a través de Julieta sin Romeo le encargó la «supermadrina» a CartónCartón un troquel con el nombre del homenajeado que quedó así de chulo sobre la mesa.

Los pompones, el confeti y los globos quedaron muy coquetos en el entorno de la terraza del museo

La cena fue un cóctel y la mesa de apoyo lució así de bonita con el troquel

La supermadrina encargó una tarta a Pequeña Miss Cupcake para el momento vela, dudamos mucho la temática pero ella tuvo la genial idea de representar uno de los libros que ha escrito el «padrino consorte» y este fue el resultado

Las fotos son de Pequeña Miss Cupcake

Hasta el packaging de nuestro regalo iba tematizado con el 50

Felicidades Tío Martín

Resultó una noche divertida, entrañable y lo principal muy emotiva para el homenajeado, que era lo se pretendía

Mil besos, mil sonrisas

Ana