No más ni menos, eso es lo que hay en nuestros nuevos cojines y lo mejor es que son caracoles que no babean ni manchan *, son dos caracoles a los que vamos a querer mucho mucho.

El 2 de julio, toda la unidad familiar, papá, Momo, Nana y mamá, acudimos al Cuartel de Artillería de Murcia a realizar un taller.

Es la primera vez que lo hicimos todos juntos y fue una experiencia estupenda. De la mano de la ilustradora Katarzyna Rogowicz, a la que todos llaman Kasia (imagino que por simplificar) realizamos el taller  «Le petit école» donde pintamos nuestro caracol en una tela, estampamos los pies en otra y Kasia nos confeccionó un cojín. El taller era para niños entre 3 y 4 años pero nos ofrecieron llevar a los hermanitos un poco más mayores también y yo no lo dude.

Este taller se inspira en su gusto por los Garabatos, nombre de uno de los cuentos que ha ilustrado y en los primeros pasos de los niños.

Primero hicimos pruebas en un papel, Kasia nos dio uno con el cuerpo del caracol estampado y dejamos volar la imaginación y los rotus

Después pasamos a la tela y volvimos a jugar sin parar, esta vez ampliando nuestras miras

acabados los «garabatos» pasamos a la parte de los «pasos». Kasia extendió una tela en el suelo y con unos zapatos mágicos los niños estamparon diferentes formas en ella para hacer la parte trasera del cojín

En el taller coincidimos con Clara, nuestra cuentacuentos preferida y con sus hijos. Clara es amiga de Kasia y nos hubiera encantado exprimir un poco más la combinación de estas dos artistas oyendo y viendo de manos de Clara el cuento de Kasia.  La próxima vez no os escapáis chicas, no dejaremos pasar la ocasión.

Tras una semanita de espera para que Kasia los cosiera todos, este es el resultado:

La obra de arte de Momo y papá

El cojín de Nana y Mamá ya en su cuarto

Queremos más posibilidades como esta de poder hacer cosas en familia, adaptando la frase preferida de la «Tia Ana»:

«Familia que tallerera unida, permanece unida»

Familia tallerista en acción

Para saber más sobre Kasia y su obra lo mejor es visitar su web donde nos presenta sus libros, su historia y lo que hace.

Mil besos, mil sonrisas

Ana

* Los rotus no eran permanentes ni especiales para tela (Kasia nos ofreció permanentes pero algunas madres no quisieron que se sacaran por miedo a las manchas) y el cojín de Momo se ha estropeado, ha dormido con él sin que me diera cuenta y medio caracol está ahora estampado en su cara, VAYA LÁSTIMA. Momo no te preocupes, haremos otro y nos lo cose la SUPERABUELA