Jijijiji, tengo una línea de productos de tocador jajajajaja: jabones y bálsamos con mi nombre.
Tenía pendiente regalar a un grupo de amigas algo especial y me gustaba la idea de que fuera algo que se pudiera usar.
Pensé en un espejito de bolso y hasta le encargué al «cuñaoartista» un diseño y cuando ya lo tenía diseñado, cambié de idea.
Quería jabones y bálsamos labiales. ¿Por qué? No lo se pero se me metió entre ceja y ceja.
He de decir que di muchas vueltas, primero recurrí a la que posiblemente es la «jabonera» más famosa del ciberespacio español; no podía hacer jabones para mí en este momento, me recomendaba que acudiera a su tienda online a que comprara allí lo que tenía disponible. No me cuadraba, no era lo que quería.
Tras fallarme esta opción escribí a varias artesanas que encontré por Facebook, Artesanio, Etsy, Google…, unas me contestaron que no podían, otras no me contestaron (muy mal señoras, así no se hace clientela) y de entre las que me contestaron (hablo en femenino porque todas son chicas) me cautivó Nuria, de Sabonaire.
Enseguida me contestó y con su primer mail ya sabía que le iba a encargar a ella mis regalitos.
Atenta desde el minuto cero, sin importar lo grande o pequeño que fuera el pedido, se puso a mi disposición.
Nuria y su socia, realizan cosmética de forma artesanal y tradicional, con ingredientes éticos (ingredientes naturales y de calidad o de nuestro propio huerto), pero sobre todo utilizamos dos ingredientes especiales: el amor y el mimo, según sus propias palabras.
Me dieron a elegir la fórmula que más me gustaba tanto para el jabón como para el bálsamo y después de más de 20 mensajes (qué pesadita puedo llegar a ser ) el resultado emana dulzura, frescor y buen hacer por los cuatro costados: Jabones de Rosas y Bálsamos de Mojito.
Sabonaire se ofreció a prepararme un packaging personalizado pero yo volví a abusar del «cuñaoartista» y le pedí que adaptara el bonito diseño que había preparado para los espejos a etiquetas
¡No pueden ser más bonitos!
Los metí en una bolsita de tela para entregarlos tras probar varios envoltorios, no quería encerrarlos en una caja, son tan chulos…
Muchas gracias Sabonaire por hacerme quedar tan bien, las destinatarias encantadas, aunque les cuesta estrenar el jabón dicen que es «tannnnn bonitoooo». No dudéis que volveré a contar con vosotras.
Mil besos, mil sonrisas
Ana
PD: Tengo que decir que me quedé con las ganas de trabajar también con Raquel de El Huerto de los Jabones, que también fue súper atenta y tiene productos que pintan muy pero que muy bien. La próxima vez con ella.
Me ha encantado 🙂 Es normal que les cueste estrenar el jabón. Yo tampoco lo haría XD
Pues es que es mucho lo que se pierden, es una gozada. Gracias
Que bonitos Ana, y que suerte de cuñado
Me han tocado en suerte unos cuñados con mucho arte