A veces me sorprende cómo aprenden mis hijos; cosas que creo dificilísimas, las cazan al vuelo y otras que creo casi intuitivas, las preguntan mil veces. Mis dos hijos aprendieron a contar hasta 10 con una máscara de inhalación colocada sobre la cara… los dos han padecido bronquitis tempranas y contábamos hasta diez respiraciones para saber que la medicación era inhalada correctamente.
Casi no sabían hablar y contaban hasta diez pero de ese de «uno al 10» a contar hasta cien hay un mundo y me choca mucho. #LaRubia preguntaba a cada momento: «Mamá después del 29 ¿cual va? y después del 39…» Por lo que cuando Boolino me invitó a conocer Una casa de 100 pisos de Toshio Iwai me encantó la idea
Este álbum ilustrado es un cuento diferente, empezando por su formato, viéndolo en la foto de arriba puede parecer un libro normal pero no se abre como un libro normal, se abre desde arriba
Ana descubriendo este fantástico cuento
Cuenta la historia de un niño al que invitan a jugar a una casa en el piso 100, nada más y nada menos. Cada par de páginas corresponde a una decena de pisos habitados por personajes de lo más variopinto y divertido…
Caracoles, murcielagos, serpientes, mariquitas y ratones son algunos de los inquilinos de este altísimo edificio
Con la historia vamos aprendiendo uno a uno los números hasta el 100, como se pasa de decena a decena. Una forma amena de contar y contar sin parar.
Editado por Papel de Luna en tapa dura, escrito e ilustrado por Toshio Iwai, pertenece a la colección «Lejano Oriente» lo podéis encontrar en Boolino.
Esperamos que os guste la propuesta.
Ana