Entro desde este mismo momento en #monotema y es que #mirubia hace la Primera Comunión este año. Con la de su hermano aprendí una cosa; y fue no empezar demasiado pronto con los preparativos, algunas cosas ya preparadas las deseche cerca de la fecha y el sentimiento de cansancio con un evento tan bonito, llega si te saturas de preparativos. Hasta los propios niños cambian de opinión de lo que creen que quieren a lo que al final te piden.

Detalle de las fotos

Pero si hay cosas que llevan su tiempo y a tres meses de la de Ana, tengo que empezar a seleccionar las fotos de su pequeño «momento revival» y es que en este tipo de celebraciones se aprovecha para hacer un repasito a la vida del homenajeado. Se suele hacer con videomontaje de fotos pero a mi esa opción no me gustaba. Creo que es un momento en papá/mamá/abuela/abuelo babean pero que rompe el ritmo de la celebración retrasa los juegos y el café por lo que en la Comunión de Guille opté por seleccionar fotos de sus nueve añitos; solo, con familiares, con amigos… para colocarlas en algún lugar del salón y que formaran parte de la decoración, de forma quien quisiera pudiera acercarse a verlas y babear sin estres.

Su historia en fotos

Seleccione muchas, demasiadas y creí que me desbordaría el tener que volver a elegir in situ cual colgar pero el súpercuñao y su chica hicieron magia y las colocaron todas. Yo ya tenía decidido que se colgarán con cuerda de embalaje enganchándolas con pinzas de madera tipo las de la ropa en chiquitín. En otras fiestas las había colgado como si de colada se tratara pero esta vez me apetecía mas colgarlas en tiras.

Sujetas con pincitas sobre cuerda

Las fotos las imprimí con Instagrafic, hice dos juegos de la selección de fotos, uno para colgar allí el día de la comunión y otro para que Guille lo conservara dentro de la caja donde las envían con una dedicatoria. Las fotos que colgamos en el salón las regalamos, invitamos a nuestros amigos y familiares a llevarse la que le gustara, en la que salieran, las que quisieran de recuerdo. Imprimí trescientas fotos entre unas y otras en formato cuadrado de 10 x 10 cm (yo las mandé ya cuadradas pero no es necesario, aunque así me aseguré el encuadre que yo quería en cada una). Me costó hace dos años 29 euros más 5 de gastos de envío y mirando la web hoy siguen costando los mismo. Las de Ana pretendo encargarlas en el mismo sitio. Se envían por whatsapp, dropbox o wetransfer y las tuve en no más de dos semanas. No recuerdo exactamente los días que tardaron pero se que me pareció correcto. El papel es bastante consistente y dos años después siguen con el mismo color y aspecto.

La caja es de cartón y lleva impresas algunas de las fotos en su exterior y la leyenda que yo personalicé: «tus maravillosos primeros nueve años en recuerdo»

¿Os gusta nuestra forma de decorar el salón con las fotos?

Ana