El otro Estambul

Estambul es una ciudad de 15 millones de habitantes y uno de los destinos turísticos más visitados del mundo. La puerta europea a oriente.

Esta lleno de tiendas y servicios para turistas en su parte antigua, sus bazares, las tiendas de souvenir… y de comercios mundialmente conocidos y locales chic en su parte más moderna.

La avenida Istilkla es el máximo exponente del comercio internacional en Estambul, tienen una tienda Mango de dos plantas impresionante y una tienda MAC que ya la quisiera yo para Murcia.

En medio de todo esto y por la buena costumbre de mi santo de no preguntar cuando no sabemos como se llega a un sitio, descubrimos una calle llena de comercios diferentes, tiendas de jóvenes emprendedores y artesanos.

La calle se llama Kamecán Sokagy de los números del 1 al 9 y pasamos de noche por lo que las fotos son malas como siempre pero esta vez también oscuras, lo siento.

Allí nos encontramos con diseñadores de joyas, de camisetas, artesanos del fieltro de lana, tiendas de ropa super chic y nada vista, bolsos, zapatos complementos, toallas de algodón, un poco de todo.

Plie

Plie, ropa y complementos super bonitos

lal

lal, camisetas diseñadas por los dueños de la tienda. Modelos basados en la tradición turca pero muy modernas

Fieltro en Camekán

Figuritas de fieltro hechas a mano, un souvenir poco visto

Nes en Camekán

Nes, este bolso me tiene loca. Me lo tenía que haber comprado. Como Plie ropa y complementos ideales

Pia en Camekan

Pia, sus zapatos y botas bordados son como mantones de Manila para los pies

Mil besos, mil sonrisas

Ana

Perdida

He estado perdida un tiempo y es que la organización de un viaje, aunque sea de cuatro días conlleva mucha logística cuando dos peques se quedan en tierra y sus papás se escapan al extranjero.

El cuatro de enero hizo 10 años que me estrené el título de esposa y eso había que celebrarlo a lo grande y la verdad es que a mi santo y a mí no hay nada que nos guste más que coger la maleta y salir de excursión. Y como ya adelanté en el TODAY del 121212, el destino era Estambul.

Es nuestra primera escapada desde nuestro fin de semana en Las Alpujarras y ya nos iba haciendo falta. Tener niños es muy gratificante pero deja poco tiempo para la pareja. El día a día puede hacer de nosotros meros compañeros que comparten responsabilidades, muchas responsabilidades y de vez en cuando hay que separarse de todo, desconectar, reencontrarse y recordar lo divertido que es hacer cosas juntos.

Y eso hemos hecho mi santo y yo durante cuatro días, gracias a la generosidad de los abuelos y los titos. GRACIAS GRACIAS GRACIAS.

Hemos pateado Estambul bajo la lluvia, la nieve y el frío hasta tener agujetas en los gemelos sin importarnos, hemos visitado una docena de mezquitas, cada una más bonita que la anterior, hemos reído como lo hacíamos antes y hemos conocido una ciudad ruidosa, con olor a cordero por todas parte y sencillamente preciosa.

Mosaico de Estambul

Me fui resfriada y resfriada volví pero me dio igual, estas vistas bien merecían un viajecito: Santa Sofía, Mezquita Azul, San Salvador de Cora…

Bazar de las Especias

El Gran Bazar es impresionante por grande pero lleno de imitaciones de marcas caras pero el Bazar de las Especias, eso si que es otro mundo: explosión de color, olor y sabores de un oriente por descubrir

Volví renovada pero me duró unas horas hasta que el cansancio de habernos levantado a las 4 de la mañana para volver, las cuatro horas de vuelta desde Madrid y la factura que nos están pasando los niños por dejarlos solos estos días hicieran mella en mi.

Mil besos, mil sonrisas

Ana

En Twitter he ido poniendo fotos de nuestra excursión.