Planes con peques: Repetimos destino

Esta Semana Santa hemos salido unos días de casa. En Murcia hay procesiones preciosas y mucho ambiente pero me gusta que salgamos los cuatro juntos unos días de vez en cuando y de Jueves Santo a Domingo de Resurrección son buenas fechas.

Nuestra primera elección en cuanto a destino era Estepona, la pasión de mis vástagos por los parques de naturaleza era la razón, quería llevarlos a Selwo, pero el pronóstico del tiempo no nos acompañaba y en el último momento decidimos no ir, otra vez será. Por lo que había que buscar otra alternativa en poco tiempo y que mejor que algo ya conocido, nos volvimos al Oeste Americano (almeriense más bien). Dos días Mojácar y dos días Desierto de Tabernas.

Vivimos a 20 minutos del mar  y nuestras familias tienen casas de veraneo por lo que ir a un destino playero no suele entrar en nuestros planes vacacionales pero hay que ver como disfrutan los peques con un cubo y una pala. No necesitan más. Yo me complico muchas veces buscándoles actividades y cosas que hacer en los viajes pero ellos felices jugando con la arena.

Juegos en la playa

Y que bonita es la playa

13/53: Pillando una ola #natura

Del alojamiento en Mojácar mejor ni hablar, mi madre me enseño que para hablar mal mejor callar, y tampoco voy aburrir contando paso a paso nuestro periplo por tierras almerienses.

Esta entrada es para  dejar constancia de tres de nuestras visitas que bien podríamos catalogar como lugares  «AMIGO DE LOS NIÑOS», merecedores de estar en alguna guía tipo Mamaproof o similares.

El primero es un restaurante: se llama Casa Minguito y está en la Plaza del Ayuntamiento de Mojácar. Cuenta con una terraza enorme, en realidad toda la plaza sin ningún peligro para los peques, no hay carretera cerca.  La carta muy variada y a precios normalitos y todo está riquísimo pero lo mejor: como trataron a los peques, les animaron a jugar por la terraza, les prepararon la cena con mimo, jugaron con ellos… en definitiva les gustan los niños.

Casa Minguito

Casa Minguito

El segundo es el Parque Fort Bravo, reproducción de un poblado del oeste donde se han rodado la mayoría de películas de vaqueros hechas en España. Nosotros habíamos visitado el Oasis Mini Hollywood , otro de los parques de la zona y ya hable de él es esta entrada y este año empezamos por uno diferente. El parque es más realista en cuanto a ambientación, también parece más viejo y en principio puede aparentar tener menos cosas que hacer que el otro pero nuestra experiencia en  él fue maravillosa.

Far west

Far west

Su personal es sencillamente genial, allí todo es de andar por casa: la camarera es la que baila luego el can can, el fotógrafo es uno de los ladrones del banco, el conductor de la carreta que te pasea por el parque es el sheriff…

Haciendo carreras #ss2013

Corre como el viento Relámpago

El parque es más pequeño y se reparten el trabajo. Son encantadores, juegan con los niños, los hacen partícipes de todos los espectáculos, les consuelan si se asustan con los tiros y les están haciendo caso continuamente, estén actuando o no.

Con Momo, que iba completamente equipado con su chaleco, su sombrero y con Relámpago, su caballo de madera y peluche, fueron especialmente atentos. Lo pasearon, hicieron carreras con él, le dejaron su atrezzo…

No quería irse del parque y vaya drama cuando vio que no volvíamos al día siguiente. Este parque cuenta con cabañas y piscina para los meses de calor dentro del mismo recinto por lo que me toca volver y quedarme allí.

Por último solo me queda volver a hablar de la Casa Rural / Hospedería Jardín del Desierto, magníficamente atendida por Guillermo Jerónimo. Ya le dediqué una entrada en exclusiva el año pasado: ver aquí. Pero es que si la otra vez nos trató bien, este año mejor aún: precio más que ajustado, desayuno riquísimo, servicio de «vaso de leche nocturno para los peques»,  habitación casi suite sin recargo y esta escalera de la que estoy enamorada. Gracias Guillermo por hacer de tu casa la nuestra por unos días.

Enamorada de esta escalera  #jardindeldesierto #tabernas

Otro sitio donde los niños, no solo no molestan sino que les gustan

Lo pasamos muy bien, pero a ver si el año próximo puedo cambiar de destino 😉

Mil besos, mil sonrisas

Ana