Soy persona de grandes amores, (no tanto de grandes odios aunque alguno tengo por ahí; los garbanzos por ejemplo) tanto que llego a ser obsesiva con las cosas que me gustan.
Qué me da por las mariposas, mariposas por todas partes, que me da por el whasi tape, whasi hasta en la sopa.
Algunos de estos amores se me pasan o mitigan con el tiempo, los voy cambiando por otros.
Pero hay uno que persiste en el tiempo: las nubes. Adoro observar el cielo, ver las formas de las nubes, sus colores, como el sol las tiñe de colores irreales, ver como se mueven.
Me paso la vida fotografiándolas y me frustra mucho no saber reflejar lo que ve mi ojo. Me inquieta que no se aprecie lo bonitas que son, la paz que transmiten, por lo menos que me transmiten.
Tengo cientos de fotos y desde que tengo el superjuguete (= mi iphone, mi tesoro) acumulo más y más.
Hasta sigo #cursodenubes que José Miguel Viñas alias @Divulgameteo y José A. Gallego alías @JAGfoto imparten los jueves a las 22.00 horas en Twitter. Con las fotos del Atlas de Nubes de JA Gallego si que alucino sí. [Gracias chicos por una idea tan genial]
Es tanta mi obsesión que en mi proyecto fotográfico de 52 semanas: Naturaleza en mi mundo de 8 semanas 4 fotos son cielo y nubes.
Me quedo en las nubes
Mil besos, mil sonrisas
Ana