En principio el tema de esta entrada iba a ser uno de los asteriscos de los puertos de la semana pasada pero me apetecía darle la importancia y la presencia que tuvo en mi cuando lo vi.
El jueves pasado leí un post que me hizo más que feliz, me hizo sentir creer que es posible, que se puede y que aunque parezca que no, pasan cosas buenas.
José, el padre de Super Gúzman de Uno entre cien mil, publicó esta entrada
Llegará un día
Prefiero no reproducir partes de ella en este post para que quien quiera sonreír y ser feliz por un ratito lo lea en la fuente de origen.
Gúzman ha acabado el tratamiento, FELICIDADES CAMPEÓN
Es una noticia que siento mía al haber ido durante un año, siguiendo las reflexiones, sentimientos y pensamientos de José como padre de un niño con leucemia. Gracias José por todas las lecciones de vida que me has dado en estos meses.
Aunque no todos los cáncer sean iguales y no todos los pacientes tenga la misma suerte que Gúzman, sigamos creyendo en que es posible, apoyemos la investigación e intentemos que ellos y sus familiares tengan, en la medida de lo posible, una existencia digna, dure lo que dure (Y los amigos, aquí estamos para lo que hagamos falta)
Mil besos, mil sonrisas
Ana