Te quiero un montón

Hace una semana que pasó el Día del Libro y aunque en Murcia no existe la tradición catalana de regalar libros y rosas, yo desde que tengo dinerito propio si que regalo libros a mis papís y a mi santo y desde que están los peques a ellos también. La verdad es que desde que tiene super libro electrónico mi esposo, él ha causado baja en la lista de destinatarios. Este año en principio empecé por los abuelos: La vida después de Marta Rivera de la Cruz para ella (yo lo había leido y me encantó) y para el abuelo El legado del Valle de Jordi Badia y Luisjo Gómez (un «rollo macareno» en palabras del destinatario del regalo, pero los libros son como los melones que hasta que no los abres no sabes si te gustan)

La vida después

La vida después

A los peques tardé unos días en dedicarles tiempo. Para mi entrar en al sección infantil de una librería es perder la noción del tiempo y querer llevarme un palé lleno de ellos. Por lo que cuando entré en el Centro del Libro de Diego Marín sabía que iba para rato y así fue. Su departamento infantil es cada vez más grande y se está llenando tanto de libros como de juegos educativos y manualidades que en Murcia en pocos sitios encuentras. Se a ciencia cierta que Fuensanta, la hija del dueño, tiene mucho que ver en eso y de hecho otra de sus librerías, Antaño, está dedicada casi en exclusiva a ellos.

Bueno me dejo de publicidad gratuita y voy al tema. ¿Qué qué nueva joyita he descubierto para los peques? Pues esta:

Te quiero un montón

Portada del cuento

Te quiero un montón
Editorial Bruño año 2012

La primera edición del libro es del 2003 pero yo he comprado la de 2012 que se presenta como un álbum ilustrado de 30x30cm con maravillosos textos de Juan Carlos Chandro y dibujos de Mª Luisa Torcida.

El cuento relata la historia en que la tarde que la mamá de Garbancito no le pudo hacer caso porque estaba muy liada, este le pide que le diga que le quiere. Las imagenes de este cuento son muy tiernas, desde esa mamá fuera de los estereotipos de la moda, ese peque rubiales con flequillo hasta los dos animalillos que recrean la historia en las páginas de la izquierda. Sencillamente preciosos.

Ilustración de la contraportada

Mamá y Garbancito bailando ¿a qué son adorables?

A ellos le ha encantado, pero sobre todo es a mí a la que me ha conquistado el corazón. La moraleja del cuento es más para mi que para ellos: por ocupada que esté, por muchas cosas que haya que hacer, siempre siempre siempre hay que encontrar un momento para hacerles saber que son importantes, lo más importantes, y repetirles de un montón de formas que les quiero una «jarta'».

Mil besos, mil sonrisas

Ana

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