Montamos una logística de campaña militar, «colocamos» a los peques con abuelos, titas y titos y nos fuimos de fin de semana de adultos a Madrid con la Supermadrina y su cónyuge  Adoro a mis hijos pero de vez en cuando hacer cosas de mayores viene bien.

Allá que nos fuimos los cuatro, cayendo chuzos de punta todo el camino pero la capital nos respetó y un nos presentó un fin de semana frío pero suficientemente seco como para que apeteciera patear el centro.

Nada más llegar, lié a los cuatro y me los lleva a la Calle Santa María a conocer un restaurante del que no paran de hablar la mayoría de blogueras que sigo: Angy Wonderful, Baballa o Olivia’s Soap. Vaya chasco me llevé al encontrármelo cerrado. Era la Almudena y habían cerrado a media tarde. Esa noche cenamos de cervecitas y tapas por la zona de Huertas y aledaños: Cervecería Santa Ana, Cervecería Cervantes, etc. Terminamos tomando una copa en un local que descubrí con amigos en mi viaje de Junio: La Mucca. Un restaurante y bar de copas todo en uno situado en el barrio de Las Letras. Decoración rústica preciosa y gente toda la que quieras y más fueron nuestros compañeros de copas esa noche. Mucho güiri.

La próxima vez pruebo su comida, la carta tenía una pinta estupenda

Dedicamos nuestro sábado a pasear por las tiendas de mi triángulo de las Bermudas madrileño: Hermosilla, Lagasca y Goya. Sumando las calles de predilección de la madrina: Serrano y Claudio Coello. Se suponía que era un viaje dedicado a los mayores pero varias de nuestras visitas tiendiles fueron a comercios de peques, no lo podemos evitar, lo llevamos las dos en la sangre y nuestra primera parada fue una tienda de ropa de bebé, todo un descubrimiento: Normandie en Lagasca 44 (tienen tienda on line)

Es delicada, dulce y con tonalidades preciosas en prendas de punto de la talla 0 a la 36 meses. Tengo que mencionar lo amable que es la chica que nos atendió, permitiéndome hacer fotos por todas partes.

Bonita hasta decir basta

Otra visita mencionable porque no pretendo aburrir con todas a las que entramos, fue Baby Deli, la franquicia que tiene la hija de la diseñadora Carolina Herrara, Adriana Carolina con otras socias dedicada a productos infantiles ecológicos, juguetes educativos, librería, cafetería y espacio para talleres infantiles. También venden on line.

Un negocio que no me importaría tener

Una visita a mi querida Soufflé y volver a salir con un montón de material para mis cositas. No tengo remedio, entre lo que compré yo y lo que me regaló la supermadrina, mi mesa del salón se ha llenado de color.

Soufflecompras

Comimos en Luzi Bombón, una brasserie en el Paseo de la Castellana 35, un restaurante de corte muy moderno, carta cortita y alguna que otra delicatessen como una barra solo para servir ostras. Nos gustó pero el precio se sube un poco. Los postres, muy ricos.

Muy rica mi hamburguesa

La tarde la dedicamos a visitar más tiendas, esta vez más de chicas, zapaterías estupendas y alguna que otra cadena superconocida. Y llegó la hora de cenar, volvimos a probar suerte con el de la noche anterior, que nos gustó tanto que el siguiente post es para ellos, así mantengo la intriga de qué sitio será.

Nuestro fin de semana se vertebró en la visita a la Exposición que el Museo Thyssen ha dedicado a Gauguin y el domingo le dedicamos la mañana tras dar una pequeña vuelta poco fructífera por El Rastro.

La exposición, sencillamente preciosa, dedicada a su etapa exótica. Poco puedo aportar sobre la obra de Paul Gauguin que no se sepa, sus colores, figuras, formas y paisajes no dejan a nadie indiferente y alguno de los cuadros que exponen de sus coetáneos me gustaron mucho.

Mi cuadro preferido es el las Dos mujeres Tahitianas.
Mata mua en vivo es espectacular

Tengo que confesar que tuve que contenerme mucho, mucho, mucho para no traer conmigo a casa toda la sección infantil de la tienda del museo. Los cuentos, juguetes educativos y materiales didácticos son una maravilla. Esta tienda es un destino estupendo para que los Reyes Magos hagan una parada antes de llegar a mi casa.

Nuestro fin de semana tocaba a su fin y nos despedimos de Madrid en el Mercado de San Miguel, una plaza de abastos rehabilitada y acondicionada como lugar de tapeo junto a la Plaza Mayor.

Mercado de San Miguel

Tengo la suerte de alojarme en Madrid cuando vamos en una casa de la familia política que está junto al Retiro, que está precioso en estas fechas

Otoño en El Retiro

Lo pasamos fenomenal en buena compañía y esas cosas son de agradecer, esos sí deseando volver para abrazar a mis dos soles.

Mil besos, mil sonrisas

Ana