Cuando Guille era pequeño no paraba en la cuna, nos llevaba locos. Despierto era imposible dejarlo en ella y dormido… llevaba incluido un altímetro que cuando detectaba que se encontraba a menos de 20 centímetros del colchón le hacía encender las alarmas y berreaba como si no hubiera mañana. Conseguíamos que se quedara en la cuna solo conectando un móvil. Por lo que para mí estos pequeños «artefactos» son productos más que recomendables.

Me he enamorado de este que el hace unas semanas me enseñaba Nikidom, esa marca de puericultura que tanto nos gusta a todos. Es el Sky Dream, un móvil con sonidos y luces leds que tranquilizan, entretienen y divierten al bebé con sus movimientos envolventes.

Sus cuatro melodías, sus preciosos colores y sus simpáticos personajes consiguen relajar al bebé iluminándose y desapareciendo para luego volver a aparecer dentro de su campo de visión. Dos de las melodías son más animadas por si queremos usarlo en momentos diferentes al del sueño.

En forma de toldo curvo, se sujeta fácilmente preparado para cualquier modelo de cuna, con leds homologados para el uso infantil y con la caja de música desmontable por si se quiere quitar el toldo, incluye mando a distancia.

Lo bien que me hubiera venido uno de estos con el #niñopalo

Ana